Suena de fondo “Eye of the tiger” de Survivor pero en las esquinas no están Rocky Balboa ni Apollo Creed.

Con 19 años y más de 7 pies, procedente de la universidad de Purdue, ganador a los puntos de “la batalla del Fletán” ... ¡El Monte Logan! ¡Zaaaach Edey!.

En la otra esquina, tan joven que casi ofende, 215 centímetros de puro talento. Jugará para Gonzaga, el crío que “dejó con el molde” a Stephen Curry … ¡Cheeeet Holmgren!.

Canadá vs. USA semifinal del Campeonato del Mundo U-19 de Letonia.

Una consideración inicial: si este partido se disputa en Estados Unidos hay 20.000 personas en la grada. Lo digo porque cuando buscamos el por qué de la superioridad americana en baloncesto masculino y femenino a veces erramos el tiro.

Los canadienses hicieron un buen trabajo y mediado el tercer cuarto apretaron el marcador 56-57.

James Patrick Dixon II (Jamie Dixon pa los colegas) dirige un equipo en el más amplio sentido de la palabra. Comprometidos en defensa: implicados en las ayudas, atentos desde el lado débil, con una transición defensiva rapidísima y muy difíciles de superar en el uno contra uno.

Ofensivamente: enfentados a contínuos cambios entre defensa individual y zona, pero esto ya no cuela. Los chavales conocen el juego, tienen unos fundamentos individuales envidiables, lanzan a canasta que te mueres y como no, son muy atléticos.

USA 92 Canadá 86, resultado final. Se las verán con Serbia o Francia en la final.

Los caminos del balón son inescrutables pero la generación de jugadores presentes en este Mundial promete darnos muy buenos momentos de BA-LON-CES-TO.