Providence se presentará en Wisconsin el día 15 con record 2-0.

   Incluso a esta alturas del calendario non-conference las victorias requieren un trabajo. Los Pioneers de Sacred Heart (una pequeña escuela de Fairfield en Connecticut) visitaron Rhode Island dispuestos a dar la sorperesa.

   Para ello, trazaron un plan basado en ocupar rápidamente los espacios mas allá del arco y lanzar triples como si no huebiera un mañana (18 en la primera parte). Normalmente este tipo de estrategias usan jugadoes interiores ágiles con buena mano que salen al perimetro para generar "superioridad numérica". Cuando a los defensores les cuesta salir, un par o tres de buenos pases suelen proporcionar una opción de tiro. 

Sucede que la mejor versión de la ofensiva se da cuando los chavales están muy frescos para correr y cortar sin parar, ocupando cada uno 3 o cuatro posiciones en cada jugada.

Mientras las piernas aguantan, los defensores siempre van a rebufo y el entrenador rival se vuelve loco buscando culpables. Si además aciertas a meterla, puedes mantenerte en el partido hasta el descanso (36-43). 

En este tramo destacaría a Nico Galette, el forward de SHU cuya versatílidad y precisión sirvió perfectamente a las necesidades del equipo. Tira bien de 3 y es capaz de resolver rápido si recibe con ventaja cerca de la canasta. 

Lo que ocurre es que correr, cansa. Es lo que tiene. Necesitas una preparación física óptima y si no la tienes empiezas a jugar uno contra uno después del descanso. Balones perdidos y Providence corriendo al contraataque en estampida. En 2 minutos todo el trabajo se va al garete. 64-92 resultado final.

Los Friars de Ed Cooley tienen buenos jugadores que además tienen experiencia. En próximas crónicas seguramente me tocará destacar alguno. El que me ha dejado frio es Nate Watson, el center referente de Providence que solo empezó a gustarse cuando el partido estaba resuelto.


 


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