El Championship Game de la Summer League de Las Vegas duró 20 minutos.
No me acostumbro a ver publicidad en la camiseta de los Boston Celtics, me parece grotesco.
Sacramento Kings, dirigidos por el fornido Bobby Jackson levantaron el trofeo del balón dorado (5 victorias y 0 derrotas).
A principios de los 2000 Bobby ocupó la primera plana aprovechando de lujo cada opción que tenía a la sombra de Mike Bibby. Seguro que "Action Jackson" no dejará pasar la oportunidad si a Luke Walton le vienen mal dadas.
No tiene por qué ser así, pues Sacramento parte con un roster interesante la temporada 21-22 (en el que no se si tiene sitio el MVP del torneo Louis King). El que si tiene sitio es Davion Mitchell para el que la Summer League ha supuesto un continuum de su temporada en Baylor.
A las puertas se quedó Boston Celtics cuyos principales artilleros firmaron un partido funesto en el peor momento (8/25 TC entre Carsen Edwards y Payton Pritchard).
Esperaba más de Pritchard, cualquiera que haya cogido un balón naranja sabe que la mejor manera de entrar en calor cuando llevas 0/4 en triples, no es lanzarse otro desde 9 metros "porque yo lo valgo".
No le vendría mal ver algún video de otro Pritchard, Kevin, que aterrorizó durante la temporada 92-93 a toda la ACB (sobre todo Lliria). Campeón de la NCAA con los Jayhawks de Danny Manning y Larry Brown, sabía bien como entrar en los partidos cuando las primeras las escupía el aro (algo que por otro lado tampoco era muy frecuente).
Otro jugador que ha opositado con éxito para plaza en Sacramento es Matt Coleman III. Veremos que contrato se gana pero yo tengo serias dudas de que no sea capaz de correr los 100 metros lisos tan rápido como Lamont Marcell Jacobs. Peligro inminente para fotógrafos y gente de la primera fila en los fondos NBA o G-League.
Y por último quería mencionar a Emmanuel Terry. Ahi está el tío aferrado a su sueño de ganarse la vida como jugador de baloncesto. ¡Cómo admiro a estos jugadores! con 24 años medio mundo recorrido y con la expectativa de recorrer el otro medio en los años que le queden. De Lincoln Memorial de la división II de la NCAA a Jerusalem, Turquía... dispuesto a jugar allí dónde Cristo perdió la zapatilla...y siempre insistiendo en tocar la puerta de la NBA.

 

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