Todos los apasionados al balocesto deberiamos tener la oportunidad de visitar el Assembly Hall una vez en nuestra vida. 

Sobre esas tablas se mueve a la velocidad del rayo Nicole Cardaño-Hillary, que ahora mismo es de Bloomington de toda la vida. 

Y es que el proyecto de las Hoosiers de Indiana para esta temporada es tan ilusionante que compite face-to-face con el programa masculino liderado por Mike Woodson y Trayce Jackson-Davis.

La temporada pasada fué apoteósica: con record de 20-5 también fueron protagonistas en el March Madness al dejar en el sitio al nº 1, la universidad de North Carolina State (73-70) en Sweet Sixteen.

El regreso de las cinco titulares para el curso que recién empieza las ha hecho merecedoras del puesto número 8 en el ranking de pre-temporada (el más alto de su historia).

Tienen hambre, tienen experiencia, tienen talento y tienen  una joven madrileña que destila NCAA por los cuatro costados. En la retransmisión televisiva su nombre suele ir acompañado de un: ¡Booom!. 

Nicole ¡Booom! se está saliendo. En el último partido, las de Teri Moren recibían a Kentucky (nº 13 en el ranking) con el mal recuerdo de lo sucedido la temporada pasada cuando palmaron tras recibir un parcial 28-14 en el último cuarto.

Rhyne Howard no perdía ocasión para mandar callar al público y Jada Walker se mostraba como una novata muy ambiciosa.

Pero Mackenzie Holmes fué un martillo de principio a fin (29 pts), muy bien acompañada de Nicole, Ali Patberg, Grace Berger etc. Un equipazo que pudo saborear la victoria en los minutos finales 67-88.

 Por cierto, esta temporada espero escribir mucho sobre Nicole e Indiana, pero en un dia como hoy no puedo olvidarme de mi santa esposa que con 45 años, ayer inició una nueva tempora de la liga de madres con su equipo el Gijon Basket. Su amor por el baloncesto supera con creces el mio.